Carta de Amor #1

Amado mío,

Tu nombre llega a mí como un susurro en la penumbra,
y no sé si es el viento o el recuerdo quien lo pronuncia.
La noche, larga como un juramento roto,
me envuelve con su manto de silencio,
y en ese silencio te busco, como si de hallarte dependiera mi aliento.

No puedo escribirte sin que la tinta tiemble.
Cada palabra es un pétalo caído sobre la nieve,
y sé que la nieve no guarda calor…
Pero aún así, te escribo.
Porque si callo, muero.

Te imagino de pie, a contraluz,
sin saber que tu sombra me es más fiel que tu presencia.
He aprendido a amar con las manos vacías,
a abrazar un fantasma que me responde con el rumor del mar.

Si alguna vez vuelves,
no me preguntes por los días perdidos:
los guardé en un cofre junto a mi voz
y al último perfume de tus cartas.
Basta con que me mires,
y el mundo, con todo su peso,
se volverá liviano como un suspiro.

Autora: Rosibel Artavia

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