Carta de Amor #3
Carta de amor
Autora: Rosibel Artavia
Corazón mio,
Si me acusaran de amarte, tendría que confesarme culpable… y sin abogado defensor.
Ni siquiera alegaría atenuantes: ¿qué podría decir? ¿Que fue sin querer? Mentiría. Te quise desde el primer pestañeo, con la misma naturalidad con la que se respira, o se sigue leyendo un libro que no se puede soltar.
A veces pienso que amarte es como leer la misma página cien veces: no porque no la entienda, sino porque cada vez encuentro algo nuevo. Un gesto tuyo que se me había escapado, una sombra distinta en tus ojos, un silencio que se acomoda como si supiera que ahí debía estar.
Y si tú fueras un personaje, serías el que nunca muere, aunque el autor lo intente. Porque yo, testaruda lectora, me negaría a cerrar el libro.
No te prometo finales felices al estilo de los cuentos; te prometo finales abiertos, donde podamos seguir inventándonos. Donde la trama sea siempre la misma —tú y yo— pero los capítulos, imprevisibles.
Así que sí, soy culpable de amarte con premeditación y sin arrepentimiento. Que me condenen a cadena perpetua en tus brazos.


Comentarios
Publicar un comentario