Espíritu Salvaje
Espíritu salvaje
Te reconozco en la penumbra,
cuando la brisa trae un aullido antiguo
y el bosque se abre como un pecho ardiente.
Eres el lobo que habita mi sangre,
la sombra luminosa que me acecha,
espíritu sin cadenas,
sediento de libertad y ternura.
Tu amor me alcanza
como un río oculto bajo la hierba,
me arrastra en su corriente indómita,
me rompe y me enciende.
No hay fronteras en tu abrazo:
solo el temblor de la carne
y el silencio del mundo detenido.
Amarte es andar descalza
sobre las brasas del deseo,
es fundirme en tu furia clara,
en tu respiración de bosque eterno.
Y yo,
que fui raíz y calma,
soy ahora viento y llama,
porque en tu espíritu salvaje
he encontrado el mío.
—autora Rosibel



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