Te amé
Te amé a mi manera,
sin mapas, sin horarios,
sin pedir permiso al miedo.
Te amé como se ama lo que arde:
sin tregua,
con cada fibra del alma
temblando al pronunciar tu nombre.
Te miré con hambre de eternidad
aunque supiera que todo es fugaz.
Toqué tu piel como quien reza,
como quien encuentra en un cuerpo
la única religión verdadera.
Fui tuya en silencios,
en desvelos,
en esas palabras no dichas
que gritaban más fuerte
que cualquier promesa.
A mi manera,
con mis sombras,
con mi caos,
te entregué lo más puro que tengo:
mi forma imperfecta de amar
como si el mundo acabara
cada vez que me mirabas.
Y si algún día todo se borra,
si tus pasos te llevan lejos,
que lo sepas:
nadie te amará así,
a su manera,
como yo te amé
a la mía.



Comentarios
Publicar un comentario