Te quiero


Te quiero

Te quiero,
y esa confesión es un nudo,
una jaula que se cierra sobre mi propia garganta.

Te quiero,
aunque mi palabra nunca logre alcanzarte,
aunque el aire entre nosotros se pudra de distancia
y de sospechas.

Te quiero con la fiebre del que no duerme,
con la fragilidad del que escribe cartas
que nunca se atreven a llegar intactas.

Te quiero como quien teme perderse a sí mismo
en el eco de otra voz,
como quien se aferra al abismo
sabiendo que lo va a devorar.

Y sin embargo,
entre la ceniza de mis miedos
y la sordidez de mis pensamientos,
repite mi carne —casi a gritos—
este desvarío imposible:
te quiero.

—autora Rosibel Artavia

Comentarios

Entradas populares