Desde que te amo
Desde que te amo
Desde que te amo
dejé de contar mis pasos:
el camino camina en mí.
Mi nombre cayó
como una prenda innecesaria
a los pies del silencio.
Ahora soy escucha,
un latido abierto.
Desde que te amo
la herida canta
y el miedo se arrodilla.
Todo lo que fui
aprendió a girar
hasta volverse luz.
No me preguntes
qué he ganado:
perdí los bordes,
perdí la forma,
y en esa pérdida
te encontré.
Desde que te amo
no digo “yo” ni “tú”.
Sólo este incendio manso
donde el alma,
al fin,
reconoce su casa.
autora Rosibel Artavia



Comentarios
Publicar un comentario