Esta forma mía
Poema
Te amo con la paciencia de las casas antiguas,
esas que guardan risas en las grietas del muro
y no se derrumban aunque nadie vuelva.
Así te amo: sin testigos,
con la fe silenciosa de quien riega un jardín
sabiendo que tal vez no florezca.
No me debes retorno ni promesas,
mi amor no es contrato ni balanza.
Es un pan tibio sobre la mesa vacía,
una lámpara encendida por si regresas
—o por si no—
porque también la luz aprende a estar sola.
He aprendido a amar sin pedir milagros,
a sostener tu nombre como se sostiene un retrato
cuando el tiempo ha decidido marcharse.
No me hiere tu ausencia:
me enseña a amar más hondo,
a querer sin aplausos,
a ser rica en ternura.
Y aunque tu corazón camine por otros rumbos,
yo seguiré aquí,
fiel a esta forma mía de amar
que no mendiga, no reclama, no se extingue.
Porque hay amores que no necesitan ser devueltos
para ser eternos.
autora Rosibel Artavia



Comentarios
Publicar un comentario