Tocar tu corazón
Tocar tu corazón
Tocar tu corazón
no es entrar:
es quedarse en la intemperie
esperando que no cierres la puerta.
Camino hacia ti
como quien acepta el absurdo:
sin promesas,
sin mapas,
solo con la certeza
de que existir duele menos
cuando alguien nos nombra.
Tu corazón no es un refugio,
es una pregunta abierta.
Y aun así me acerco,
porque incluso en la lucidez más seca
hay una forma de ternura:
persistir.
Si logro tocarte
—apenas rozar la frontera—
no será para salvarte
ni para salvarme,
sino para decir, sin consuelo pero con verdad:
aquí estamos,
vivos,
desafiando al silencio juntos.



Comentarios
Publicar un comentario