Tu callada tristeza

Tu callada tristeza

Tu callada tristeza
camina descalza por mis días,
no pide nada,
pero lo dice todo
con su manera de quedarse.

La escucho en lo que no nombras,
en esa pausa donde el alma
se sienta a pensar
si aún vale la pena latir.

No la espanto.
La invito a la mesa del amor,
porque hasta la pena
necesita pan,
y una mirada que no huya.

Tu tristeza callada
no es noche eterna:
es semilla enterrada
esperando valor
para romper la tierra.

Y si alguna vez pesa demasiado,
déjala aquí,
entre mis manos,
que el amor también sabe
guardar silencios.

autora Rosibel Artavia

Comentarios

Entradas populares